Eran las ocho de la noche, y el olor a buñuelos que cocinaba Glo, llegaba hasta los pies de la puerta de mi recamara. Rápidamente, tomaba mis pantuflas y desde el segundo piso, recorría las escaleras apresuradamente hacia las cocina. Glo, Carmen, Olegario, Erika suspiraban viendo el televisora, mis hermanos sentados, agitando los platos, estaban listos para la merienda. Por otro lado, sin saber por qué el sollozo de los adultos, tome mi lugar en la pequeña mesa antes del antecomedor, el olor del pinole llenaba las paredes de la cocina, enfrente de la isla se encontraba una repisas, en ella un televisor. “La telenovela Rina continuara en breve”, decía una voz desde la pantalla. Entre comerciales nos servían los buñuelos, ¿podemos más chocolate caliente? Preguntaba uno de mis … [Read more...]
Follow Us!