
Por Rodrigo Llop. Hace algún tiempo, mucho tiempo, fui a comer a casa de la Familia Ramos. Saliendo de la escuela hicimos una larga travesía a lo que hoy es Interlomas. Antes era un trayecto más largo que ahora. Nos sentamos tan solo unos instantes para ser mandados a lavar las manos. Luis y a Alfonso, evidentemente sabiendo donde estaba el baño de su propia casa, llegaron antes. Fui el último en lavarme las manos y buscando un atajo para el comedor, me metí en un gran despacho. Una espectacular biblioteca que me pareció era de tres pisos de altura, un gran globo terráqueo del tamaño de una pelota de playa, una sala negra elegantísima y un gran ventanal que veía al jardín. Bueno, así de colosal lo recuerdo. En el fondo, un gran escritorio de madera que me pareció una … [Read more...]
Follow Us!