“Con libertad, la prensa puede ser buena, o ser mala. Sin libertad, no puede ser otra cosa que mala”.

Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista

Los países miembros de la Organización, aprobaron un documento que deja en peligro la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, al igual que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Dicha aprobación se dio en consenso y levanta una voz de alerta por el peligro que atañe sobre el organismo, que se ha encargado de velar por el respeto a libertad de prensa en el hemisferio.

Todo inició en diciembre de 2011, cuando delegados de los 34 países miembros, pactaron un documento con recomendaciones para reformar la CIDH, una entidad de siete integrantes que ha servicio para destapar casos emblemáticos de violaciones a los derechos humanos.

El meollo del asunto es que el documento ruñe brutalmente a la Relatoría, que dependen de la CIDH y que está dirigida por la exmagistrada de la Corte Constitucional de Colombia, la abogada Catalina Botero.

Esta nefasta acción fue promovida por el gobierno ecuatoriano, en cabeza de Rafael Correa, y se basa en tres puntos: El primero, imponer un código de conducta a los integrantes de la Relatoría. El segundo, impedirle que busque fondos para su propia financiación; y por último, que no publique de forma extensa su informe anual, muy temido por los gobiernos autoritarios, donde la represión contra los medios va en aumento.

Según Luis Alfonso Hoyos, embajador de Colombia ante la OEA; el país es partidario de fortalecer a la CIDH, de pedirle mayor rigor jurídico, y dejó claro que es una nación que promueve la libertad de expresión y que cualquier documento o artículo referente al tema, debe interpretarse en ese sentido.

Mientras tanto muchas ONG esperan que el secretario de la OEA, el chileno José Miguel Insulza; frene lo que representa un fuerte peligro para la Relatoría y por ende, para la libertad de expresión.

Ningún gobernante autoritario tiene derecho a reprimir la voz del pueblo; y la OEA en vez de castigar organismos tan importantes, debe fortalecerlos y hacerlos cada vez más trascendentales ante el universo y las políticas de regímenes mundiales.

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