por Rodrigo Llop
Una mañana soleada. Un televisor blanco y negro sintoniza el noticiero de la mañana. Un tenue rayo de luz entra por la ventana e iluminan el televisor viejo, una humilde mesa. La pared posterior de tabique gris sin pintar. La imagen no es del todo clara… las antenas de conejo dobladas no permiten ver bien la imagen. El comentarista habla de la buena fortuna de Alan. Él está bien, con una buena familia, en un buen lugar, en una buena escuela. ¿Una buena noticia en el noticiero de la mañana? Eso no se ve todos los días en definitiva. Alan tuvo la buena fortuna de ser adoptado por Don Eduardo y su familia. Cobijado en una buena familia, ahora Alan tiene hermanos, padres y pronto tendrá amigos. Su suerte empieza a cambiar, no tendrá problemas de educación pues Don Eduardo lo enviará a la misma escuela donde están sus otros hijos. El sueño de Don Eduardo es que el gobierno pueda adoptar verdaderamente a todos los niños que tienen oportunidades recortadas como las tenía Alan. Un sueño difícil de lograr. Lo hará cabildeando desde las redes sociales y alguna que otra organización. Después de la pérdida de su hijo por un fallo en un rescate de secuestro, todo mundo pensó que Don Eduardo se quebraría. No fue así. Pasó muchas noches sin dormir, con muchos problemas con su esposa y familia, pero logró salir adelante. Catalina fue un gran apoyo para él y si bien, nunca lo sugirió, si tuvo que ver al mostrarle la forma en la que lo usaban para fines netamente políticos. Don Eduardo, nunca se lo dijo, pero reconocía el toque sarcástico de Catalina en los comentarios de la columna. El senador se encuentra en investigación por tráfico de influencias, gracias al boquete informativo que abrió el Informe Madelman.
Habilmente, la bancada del partído de Macario apresuró las coloquialmente llamadas “Leyes Alan” a favor de la protección de los niños. Protegieron a Macario Simón desde el congreso pretendieron usarlo como estandarte para las próximas elecciones. Por unos días funcionó. No se hablaba más que de lo bien que había hecho el congreso en apoyar a la niñez. Sin embargo, nuevamente El Informe Madelman recordó, a través de una nueva columna la razón y el porqué de esa ley. El teatro se vino abajo y si bien Macario no fue a dar a la cárcel –todavía- tuvo que hibernar un año en su rancho.
Al tiempo que se escucha un claxon, Daniel apaga la televisión. Cierra la puerta de metal de la humilde casa de tabiques y deja caer las llaves por el buzón. Toma las maletas y las deposita en la cajuela del auto que le espera afuera. En el auto está la chica de la foto. Se saludan con un beso. Daniel mira voltea hacia la casa con cierta melancolía.
-“¿Estas listo para hacer esto?” pregunta ella.
-“Si, ya es momento de dejar de caminar en círculos y empezar a caminar hacia delante.” Contesta Daniel. Comienzan a alejarse de la casa por la avenida sin pavimentar.
-“Déjame contarte lo que escuché ayer.” Comenta mientras baja la música del rádio. “Resulta que el chofer del Senador Juventino Roman va a comer seguido al Vips y siempre se sienta en la barra. Ayer me tocó atenderlo. Me contó que no iría a comer porque su jefe tiene que darse ‘unas vueltecitas’ por su tierra, por Querétaro.”
-“El próximo año hay elecciones en Querétaro” –comenta Daniel.
-“Exactamente…”
Alguien alguna vez dijo, “la justicia histórica es frecuentemente tardía, tanto que llega a ser injusta.” A veces hay que echarle la mano de una u otra forma. ¿No creen?
– Fin –
Sígueme en Twitter: @informemadelman
mail: elinformemadelman@gmail.com
Follow Us!