España optó por un cambio con sabor a centro derecha

Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista

La historia ha enseñado que el temor en un pueblo, puede representar la polarización de los votantes, tal como ocurrió en EUA con George W. Bush después de los atentados del 11 de septiembre de 2001; o en las elecciones de 2004 cuando el pavor al terrorismo le entregó la victoria al PSOE (Partido Socialista Obrero Español). Ahora las decisiones disparatadas y el estar sumidos en una crisis mortal, llevó a que los ibéricos eligieran al Partido Popular, como el ente más indicado para dirigir las riendas económicas de la península europea.

La mayoría de los votantes se resisten a una prolongación del caótico estado de cosas y reclama un enderezamiento acelerado del rumbo político y sobre todo económico, para que baje el índice del desempleo que ya repunta en 22,7%; se sane una economía malgastada, que ya habría entrado en hecatombe si no fuese por el turismo; se retorne al estilo propio de la unidad nacional para evadir la separación de Cataluña y las Vascongadas, y se establezca un sólido gobierno, que deje atrás el régimen contradictorio, transaccional, flojo y errático de José Rodríguez Zapatero.

En las elecciones españolas primó la razón sobre la emoción, y eso sucede por el alto índice de desempleo, causado por una combinación de factores desbordados como la burbuja inmobiliaria, el exceso del gasto público, el retiro de inversionistas extranjeros y la quiebra industrial. Mariano Rajoy Brey, presidente electo de los ibéricos, no es visto como el líder apasionante y ligero, pero si como un hombre serio, diligente, ponderado y capaz.

Cabe anotar que España, una empresa que factura 1,3 billones de dólares anuales, la duodécima economía del universo; debe contar con los mejores administradores y quizás el hecho de que en 1996, Aznar recogió un país en ruinas, azotado por el paro, la corrupción y una prima de riesgo parecida a la actual; los españoles prefieren hoy entregarle de nuevo su estado al Partido Popular: Rajoy, un gallego de 56 años de edad y 30 años de experiencia política, ha anunciado que se rodeará del mejor equipo. Y es que ante las amenazas económicas de este país, lo que debe hacer es incluir en ese grupo, expertos capaces de generar la mayor confianza en los turbulentos mercados, que presionan sin descanso a España.

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