Estigmatizados por la TV colombiana

Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista

La historia colombiana se simboliza por triunfos desde la época independista. Pero también, por aquellos hechos que oscurecieron la década de los 80s y llevaron a que los pobladores tuvieran una banda de narcos por el mundo.

“Fueron años dolorosos para los habitantes: Pedir un crédito, comprar un vehículo y hacer un viaje, era un sacrificio; siempre investigaban el pasado crediticio y las fuentes económicas de quienes iban a adquirir el bien. En los aeropuertos la requisa era detallada, al mencionar a Colombia, aparecían guardas por todos lados”, narró Patricia Ruiz Gómez, historiadora.

Se les olvida a los tipificadores, que aquellos que usan las drogas en países modernos, son más culpables del flagelo del narcotráfico que los mismos que la trafican; pero como asevera un conocido refrán “La ignorancia es bella”; no se puede culpar a quienes solo conocen la cuota amarga del narcoterrorismo, a los que asocian a Colombia con Pablo Escobar, prostitución, violencia, carteles y mafia. Fue en los 80s, cuando el mundo puso en cuidados intensivos al país por padecer una terrible enfermedad.

A partir de los finales de los 90s, la imagen fue cambiando, proyectos nacionales dieron una cara humana y sensible a un proceso duro, que había envenenado la vida de los compatriotas; se pasó de hablar de narcos a vivir en la patria de mujeres bellas, industria en desarrollo, apertura económica y talento de artistas como Shakira, Carlos Vives y Juanes.

Indudablemente, el cambio positivo de imagen de Colombia, se lo deben a un gran líder, Álvaro Uribe Vélez, fue trascendental para atraer la inversión extranjera, acorralar a los terroristas, y acabar con muchas fuentes de narcotráfico. Fue en su gobierno en el que los connacionales empezaron a viajar con tranquilidad, a llevar como bandera por el mundo el café, las flores y el banano; y a pregonar al viento: “¡Qué orgulloso se siente ser un buen colombiano!”.

Sin embargo, parece que a la TV colombiana, le gustó esa época narcobélica; desde hace algunos años, se emiten producciones basadas en drogas, prostitución y muerte. Noche tras noche, los televidentes evocan esos meses de infierno, donde Lucifer tomó por vacaciones los bellos paisajes de la nación. Parece que iniciaron una campaña contra la “Atenas Suramericana”, como llamaron los antepasados esta geografía, legando la cultura y el conocimiento del viejo continente.

Es la TV colombiana, la que emite una imagen negativa, indicando a través de sus producciones ficticias o reales, que el territorio es de mafiosos malhablados, despiadados, incultos, matones y engreídos, que se pavonean con mujeres voluptuosas y hermosas. Mientras el gobierno gasta dinero en proyecto como “Colombia es pasión” para cambiar la imagen apestosa de la Patria, los canales privados prefieren agrandar sus arcas y rating, para transmitir el episodio más horripilante de la nación.