El poder los está enfermando

Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista.

En una elocución presidencial, el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, admitió que fue sometido a una cirugía en la que se le detectó un “tumor abscesado” con presencia de “células cancerígenas”. Chávez explicó que el hallazgo “hizo necesaria la realización de una segunda operación que permitió la extracción total de dicho tumor”.

Pero el caso del presidente no es el único que ocurre, ya que algunos presidenciales han tenido que recurrir al médico para mejorar sus estados de salud. Ante tanta anomalía se preguntan: ¿El poder los está enfermando?

En Argentina, la Presidente Cristina Fernández, ha suspendido varias actividades públicas por motivos de salud o por agotamiento. La última ocasión se presentó en la cumbre de Mercosur, a la que la mandataria gaucha se ausentó por una caída que le provocó un golpe en la zona frontal y una herida en el cuero cabelludo.

El boliviano Evo Morales, fue operado en Cochabamba a finales de 2010 de una tendinitis en una rodilla. En 2005, recibió tratamiento en Cuba por una lesión en esta articulación cuando jugaba fútbol. Su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, también fue sometido desde 2009 a tres operaciones para sanar una antigua lesión en la rodilla derecha. Las dos primeras se llevaron a cabo en Cuba y la última en Quito. Por ahora, lleva una prótesis permanente de metal en la rodilla derecha.

El ex gobernante haitiano, René Préval, también viajó a Cuba para recibir un tratamiento de cáncer de próstata, enfermedad por la que fue operado en 2001 en la isla caribeña. El caso más trascendental es el del presidente paraguayo, Fernando Lugo, a quien le diagnosticaron un cáncer linfático en agosto de 2010 y eligió tratarse en Brasil. Allí recibió tres sesiones de quimioterapia y fue internado por una trombosis en octubre del mismo año, por ahora Lugo se recupera satisfactoriamente, en su país natal.

Dilma Rousseff, presidente de Brasil, también ha sufrido quebrantos de salud: Antes de coronarse mandataria de los cariocas, padeció cáncer linfático y en mayo, asistió a un hospital para hacerse exámenes de rutina y se le detectó una neumonía, por la que tuvo que guardar reposo y cancelar su participación en varios eventos oficiales. Mientras tanto, Laura Chinchilla, presidente de Costa Rica, tiene gastritis, quizás sea por el enfrentamiento limítrofe con Nicaragua; y en el caso de su antecesor, Óscar Arias, contrajo la gripe A durante su mandato.

Colombia tampoco ha sido la excepción, Juan Manuel Santos, se sometió en abril, a una cirugía ocular ambulatoria. Durante varios días, el presidente utilizó gafas oscuras. El longevo mandatario uruguayo, José Mujica, sufrió un episodio de estrés a los dos meses de llegar al poder, lo que le obligó a anular un viaje a una cumbre entre la Unión Europea y Latinoamérica.

Finalmente, tenemos en el podio de las enfermedades, a los hermanos Castro, Fidel tuvo que retirarse del poder por sus quebrantos de salud, cediendo el trono a Raúl Castro, quien arrastra muchos problemas físicos desde que pasó trece años en prisión por su actividad guerrillera.