Atraco a mano armada

Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia

¿Por qué Colombia, un país ultra millonario en recursos naturales, rico en mentes inteligentes, en petróleo, café, banano, flores y ganado; aún mantiene un estatus de subdesarrollo y, para muchos, pobre? Es fácil responder: Los carruseles de contratistas y las demandas contra el Estado, saquean el capital económico de la Patria.

No es negable que la corrupción, hace parte de la historia de la humanidad;  en diferentes territorios y ciclos, se han encontrado avaros que no les importa robar las riquezas de la nación, para acumularlas en sus finanzas personales. Sin embargo, las últimas noticias revelan un sinnúmero de irregularidades y la sencilla respuesta es que para obtener un contrato con el Estado, es necesario ser un ladrón a mano armada.

“A Colombia se la están comiendo los malos contratos que establecen alcaldes, gobernadores y presidentes; súmele que los perjudicados por las captadoras ilegales de dineros ya impusieron una demanda contra el Estado por 45 billones de pesos, una cifra astronómica; que si es aprobada por un juez de la República, seguro habrá una quiebra financiera en este país”, explicó Lucas Yepes Bernal, analista económico.

En los últimos meses se inició una cacería que ha arrojado resultados, ya se resaltan las ollas podridas del gobierno anterior y del cartel de la contratación en Bogotá. Así mismo en una encuesta publicada por el prestigioso semanario “The Economist”: Colombia, entre ocho países analizados, ocupada el segundo lugar en fraude. “Siempre se ha robado, se ha saqueado las finanzas del Estado, lo que pasa es que ahora los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información, destapan y relucen las falencias y los atracos de frente que están comprometiendo nuestro futuro financiero”, agregó Yepes Bernal.

Por otra parte, después de hablarse de individuos corruptos, hoy se pone en la mesa los apellidos de familias tradicionales, tales como la del Alcalde de Bogotá: Los Moreno han despertado gran popularidad mediática, después de revelarse que Samuel, el alcalde, y su hermano Iván, el senador; hayan recibido porcentajes significativos por la entrega de contratos millonarios para la construcción de obras civiles.

El caso de los hermanos Nule, con más 160 contratos por más de dos billones de pesos, se convierte en el típico hecho de dos corruptos que obtenían beneficios por entregar porcentajes altos a Iván y Samuel Moreno. Pero no son ellos los únicos culpables, a pesar de tener, actualmente, una contralora y una fiscal con sed de justicia; se debe evaluar las acciones que habían implementado los dos organismos estatales antes de la llegada de ellas. El anterior contralor y fiscal, ¿También recibieron porcentaje por el silencio? ¿Es Colombia una nación con instituciones corruptas? La respuesta es “SI”.