Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia
Han pasado dos años y medio desde que el primer afroamericano llegó a vivir a la Casa Blanca, el mandatario gringo ha estado por diferentes lugares del mundo, y en marzo planea pavonearse por territorios latinoamericanos, como uno de los primeros acercamientos oficiales de Barack Obama a la región.
Sin embargo, la alfombra roja para recibirlo solo será extendida en los pisos de El Salvador, Brasil y Chile; para sorpresas de muchos, para obviedad de otros, Colombia, amigo tradicional de EUA, no está en la agenda del gobernante estadounidense.
La Secretaría de Estado, en cabeza de Hilary Clinton, da las últimas estucadas a la “primera visita de médico”, del Jefe de Estado, quien solo se había conectado con los vecinos y familiares pobres en algunas reuniones de la Casa Blanca, en las cumbres maratónicas o en los cortos encuentros de las asambleas generales de la ONU.
Después de pasado la mitad de su mandato, Obama se prepara para pisar personalmente la zona del subcontinente, para evitar perder más terreno, en un lugar que antes Estados Unidos manejaba con precisión. En orden exponencial, irá a El Salvador por su importancia en la violencia centroamericana; a Brasil, por ser la potencia latinoamericana, la economía emergente más sólida de la región y el líder natural del vecindario; y a Chile, por la buena estructura económica y comercial.
Colombia, que “llora” por la firma un TLC que el mismo presidente de la ANDI (Asociación Nacional de Industriales), Luis Carlos Villegas Echeverri, la llama como un mal chiste sin final conocido; que tendrá recortes en los recursos del Plan Colombia y que sufrió el ahogamiento del ATPDEA, sin que el gobierno demócrata le lanzara ningún flotador, sufriendo pérdidas cercanas a los 400 millones de dólares anuales; no gozarán del aterrizaje del Air Force One.
Lo anterior sería la respuesta más cercana a la ausencia del mandatario a tierras colombianas: “Para qué venir a este país si primero en su plan económico le recortó dinero al Plan Colombia, no tiene una fecha clara de la firma del TLC y no hizo nada por salvar el ATPDEA. Sería un pantallazo negativo que se reúna con Santos, y en plena rueda de prensa no sepa responderles a los periodistas sobre estos aconteceres. Sin explicación contundente, es mejor que Obama solo toque los aires colombianos en su camino hacia Brasil y Chile”, aseguró Armando José Pérez Rojas, docente universitario.
Lo resaltable es que el Gobierno Colombiano no se ha estancado en mantener los lazos comerciales con sus tradicionales socios económicos: Venezuela y Estados Unidos. Está claro que con ambos países “hermanos”, las acciones mercantiles van hacia el suelo y que la sagacidad para diversificar mercados y encontrar nuevo aliados, será las competencias calificables de Juan Manuel Santos.
Por eso no es en vano que desde el Gobierno de Uribe, Colombia haya iniciado una serie de negociaciones y firmas de tratados de comercio con China, Suiza, Corea del Sur e India, pues se convirtió en el Plan B, en medio de la encerrona en la que está la economía colombiana al creer siempre en que las relaciones con Chávez y Obama, serían eternas.
Para Colombia deben seguir quedando mensajes y enseñanzas claras para el futuro; así mismo, la región continental está expectante del discurso de Obama en Chile, cuando cierre su gira y planteé su relación con Latinoamérica durante la segunda etapa de su legislación.
“Tampoco es coincidencia que ya a finales de su mandato Barack pise a Latinoamérica, y precisamente al sur. Se ha hablado de la fuerza que tiene la población hispana en EUA y el poder de decisión que tendrán en la próxima jornada electoral. Seguramente, Obama quiere estrechar vínculos en busca de una reelección presidencial”, concluyó Pérez Rojas.
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