¿Es Uribe el nuevo mejor enemigo de Santos?

Este año comienza con varias singularidades, entre ellas está que se aproximan la próxima jornada electoral en los diferentes departamentos del país, en la que el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, seguro creará un bloque político propio; que puede convertirse en un choque entre él y el actual Presidente de la nación.

Es que para Santos la situación es compleja, contando con un ex presidente que después de dejar su prestigioso mandato, ha regresado al concierto nacional para generar controversia, dar opiniones sobre sucesos actuales y permitir que sus acciones sean juzgadas, criticadas o alabadas. Anteriormente, los jefes de Estado salientes se sumergían en unas vacaciones prolongadas, pero Uribe se rehúsa a salir de la política de Colombia y por eso quiere jugar en las elecciones de alcaldes, concejales, diputados y gobernadores.

Y es que en el caso de Álvaro Uribe, el prefijo EX se niega a ser puesto en lo que antes proclamaba el pueblo como Presidente. En menos de cinco meses, su Twitter se ha convertido en el medio perfecto para hacer lo que su investidura se lo prohibía, o quizás la diplomática forma de liderar no concordaba con lo que hoy prolifera en la red social: Tildó de mafioso a un periodista, a otro de parásito; anunció dos denuncias penales, una contra el ex senador Rodrigo Lara y otra contra el columnista Daniel Coronell.

Así mismo, la agenda política que planea desarrollar en estas nuevas elecciones, se convertirán en un nuevo ingrediente de controversia; pues según él, los talleres democráticos, muy parecidos a los consejos comunitarios que realizaba cuando era Presidente de Colombia; prometen dar de qué hablar para rato, y se forman como el puente propicio para enlazar a sus candidatos con el pueblo y mantener su vigencia gubernamental.

Sin embargo, el ex mandatario no tiene necesidad de formar tanto revuelo, desde su salida del Palacio de Nariño, mantiene en 70% el grado de favorabilidad, algo inimaginable y nunca antes ocurrido; Por otra parte, la imagen de Uribe siempre es ganadora: Habla en vivo y en directo a la gente, llama a las personas por su nombre, muestra cercanía y preocupación por los problemas de cada región; mantiene un tono de voz especial y nacionalizado, que le llega a la gente profundamente.

“La maratónica actividad política que quiere realizar Uribe en los 32 departamentos, además de ser ambiciosa, puede representar un distanciamiento con Santos. Hasta ahora la relación se ha mantenido bajo control, en un supuesto ambiente de tranquilidad. Pero que Uribe se convierta en el jefe del Partido de la U, podría interpretarse como intromisión en las acciones santistas”, aseguro la politóloga Adelaida Puerta.

Analizando la relación Uribe –Santos, se puede aseverar que el actual mandatario trata con gratitud y diplomacia a su antecesor; pero a diferencia de lo que muchos pensaban, ha cambiado el direccionamiento estratégico del gobierno para otras sendas: Restableció las relaciones con Venezuela y Ecuador, no abogó por el mantenimiento de las bases militares en el territorio colombiano, se muestra prestante para la cooperación de la ex senadora Piedad Córdoba en las liberaciones de secuestrados, insta a pensar que las acusaciones de campamentos de las FARC en Venezuela, eran locuras del gobierno anterior, entre otros.

La prueba final para la relación Uribe –Santos serán las elecciones de octubre: Mientras Uribe quiere una coalición de solo dos partidos (El de la U y el Conservador), Santos, con su bandera política de Unidad Nacional, busca con toda razón tenerlos a todos. Es así como seguro anhela que el mapa político quede distribuido entre todos los movimientos y partidos de la actualidad.

Con seguridad que Uribe querrá a unos candidatos y Santos optará por otros; la antigua coalición uribista (La U y conservadores), tienen más del 35% de los 1.107 alcaldes, 12.537 concejales y 418 diputados del país, sin contar los elegidos por partidos como el PIN o los que desaparecieron por la parapolítica. En el lado del Partido Liberal y Cambio Radical, en los que se ha soportado Santos, existe unas cifras parecidas, pero con tendencia a ser menor, de alcaldes, concejales y diputados.

En conclusión, la actividad de Uribe ha sido relacionada con el apoyo decidido a Juan Manuel Santos Calderón, pero en las evidencias las movidas son diferentes; muchos aseguran que los uribistas sienten celos por la Unidad Nacional, en la que todos son importantes y el poder es repartido por igual.

A final de cuentas, Colombia es un país de diplomacia hipócrita y seguro, entre el ex mandatario y el actual gobernante, habrá diferencias disimuladas en una cordialidad tradicional.

Teniendo como base, que Santos es un artista inteligente, que siempre está en el árbol que más sobra le proporcione: Estuvo en los gobiernos de Samper, Pastrana y Uribe, y con todos tuvo relaciones cercanas y diferencias marcadas.