¿Vamos, pues, a la victoria?

Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia

Así indica una pancarta utilizada en las campañas legislativas en Venezuela, pero al parecer, la hermana nación no se destina para la victoria, sino que se inclina por la bancarrota nacional y la hipoteca de los territorios. Lo inquietante es que el mal administrador de los venezolanos, Hugo Chávez, en vez de buscar inversión, prefiere endeudar el futuro de este país sudamericano.

Durante 2010 un total de 174 empresas y comercios fueron expropiados por el Gobierno Nacional, en su mayoría vinculadas al sector energético. El gremio industrial destaca que las expropiaciones han crecido un 923,5% en los últimos tres años, al pasar de 17 casos en 2007 a 174 casos en los primeros ocho meses de 2010.

Por otra parte, la estatal de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa más importante del país, está comprometiendo el futuro de todos los habitantes; saldando las deudas que tiene con transnacionales como la estadounidense Chevron, con la entrega de barriles de crudo. El procedimiento implica comprometer el flujo de petróleo del futuro para pagar las deudas del presente.

Para saldar deudas, Chávez obtuvo una línea de crédito con China por 20 mil millones de dólares, y cuyo monto será cubierto con hidrocarburo. “Mucho del flujo de petróleo actual no queda ni siquiera en el territorio del vecino país, sino que se destina directamente al pago de deudas, situación que podría complicarse en los próximos años, si PDVSA no cambia su forma de negocio y el mandatario sigue expropiando”, explicó Luis Antonio Mesa, analista Geopolítico.

Discriminados por sectores, el mayor número de nacionalizaciones se han registrado en el área petrolera con 129, seguida del agroindustrial con 15; comercio (14) y alimentos (7). Los procedimientos han afectado a capitales extranjeros, como en el caso de las cadenas de supermercados Éxito y Cada, con mayoría accionaria del grupo francés Casino, y medianos y pequeños empresarios locales.

“Aunque la constitución en sus artículos 112 y 115, garantiza el derecho económico de los empresarios, el Gobierno de Chávez está haciendo un embargo progresivo en todos los sectores comerciales de su nacional, entregando el futuro del petróleo en Venezuela y repartiendo los petrodólares; su cambio de actitud con el mundo no es gratito, este jefe de Estado, reconoce que su futuro no es promisorio”, agregó Mesa.

En los trámites de nacionalización, los comerciantes locales, que también sufren este flagelo; tienen desventaja sobre los extranjeros, ya que no existen garantías legales; el Gobierno indemniza las empresas que tienen una embajada donde acudir para exigir sus derechos, mientras que los venezolanos no tienen quién los defienda.

“Ese pésimo administrador de gobiernos, hace pasar como confiscaciones las expropiaciones de empresas nacionales, alegando que ellos no cumplen la ley para el funcionamiento”, indicó Iris Yesenia Tirado Giraldo, venezolana residente en Colombia.

Lo más vergonzoso es que la bancarrota de Venezuela es justificada por el mandatario por la revolución bolivariana que lidera desde hace 11 años, “la propiedad privada puede existir, siempre y cuando, sirva para producir bienes y servicios que satisfagan necesidades” y no para “la concentración de capital en pocas manos”, así declara Chávez en sus elocuciones.