por LUIS ARIEL RAMOS
Profunda consternación e indignación ha causado en el mundo el asesinato de 72 migrantes, que procedentes de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil, se internaron en el territorio nacional, para llegar a Estados Unidos con el fin de encontrar trabajo.
Atribuida la matanza al grupo de “Los Zetas”, según declaró el único sobreviviente, fueron masacrados porque se negaron a formar parte de esa organización, que les ofreció mil dólares quincenales, a cada uno.
Los 58 hombres y 14 mujeres fueron entregados a ese grupo delictivo, por los mismos polleros que los transportaron. Las víctimas fueron encontradas en una narco-fosa ubicada en un rancho cercano a San Fernando, Tamaulipas, población muy cercana al estado de Texas.
Los cadáveres fueron trasladados a Ciudad Victoria, en camiones refrigerados para su identificación en la que participan diplomáticos de esos 4 países, además de los peritos de la Procuraduría General de la República.
Las preguntas sobre estos trágicos acontecimientos, tiene una sola respuesta: la corrupción, inoperancia de las autoridades, los agentes del Servicio Migratorio Nacional (SMN), con los polleros que entregan a los narcos a hombres y mujeres que son invitados a formar parte de estas bandas, mediante la amenaza de “plata o plomo”.
Ante la ceguera de las autoridades mexicanas que ignoraron el traslado de este grupo tan numeroso, es inaudita; ¿viajaron cómo si fueran invisibles y cruzaron el largo trayecto desde la frontera sur, hasta casi llegar a su destino?.
Este hecho no es el único que ocurre y son cientos los migrantes desaparecidos, de ahí que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya declarado que “por el nivel que ha alcanzado la inseguridad de los migrantes, indigna y preocupa lo que está ocurriendo en México”.
El embajador Galo Galarza de Ecuador, afirma que “México es territorio minado” y esta es la imagen que se debe grabar, la gente que quiere emigrar”; en tanto el sacerdote Pedro Pantoja, sostiene que los centros de detención y tortura están en Reynosa y Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Y, a todo lo anterior hay que sumar que el agente del Ministerio Público investigador del fuero común de San Fernando, Roberto Javier Suárez Vázquez, que hizo la investigación de los hechos, apareció asesinado en un tramo de la carretera de San Fernando a Méndez.
Y aquí surge también otra pregunta. ¿POR QUÉ NO SE LE DIO PROTECCIÓN A ESTE FUNCIONARIO QUE POR CUMPLIR CON SU TRABAJO FUE SACRIFICADO TAMBIÉN?.
Mal y de malas “cuando al sentenciado a muerte de le ahorca en lunes”, para México y sus funcionarios correspondientes, ¿no cree usted amable lector de estas líneas?.
En tanto, el presidente de la república como es su costumbre, tardó 3 años, 9 meses y 20 días y 28,353 muertos, en firmar una iniciativa de ley que debe ser aprobada por el Congreso, para evitar el lavado de dinero del crimen organizado, que impedirá que las compras de bienes inmuebles, automóviles y joyas, cuyo valor total supere cada una la suma, de cien mil pesos y sean pagados en efectivo.
El columnista Julio Hernández López, publicó en su columna “Astillero” que aparece en el periódico La Jornada, que “un gobernador tricolor, dijo en reciente cónclave celebrado en Mc Allen, Texas, que sabía que Felipe Calderón Hinojosa, hizo un juramento al pie de la tumba de su padre, Luis Calderón Vega: que por ninguna razón él iba a entregar el poder al PRI”.
A su vez, el senador Manlio Fabio Beltrones, respondió a la petición que hizo Calderón de que se necesita más dinero: “el suyo es un gobierno rico, con pobres resultados”. Sopas Perico, así o más claro.
CONFETTI
1.- César Nava, “cesarín” como es conocido popularmente recibió la orden de su jefe de que deberá renunciar a la presidencia del PAN. Se apuntaron ya el líder de la bancada panista en el Senado, Gustavo Madero y Francisco Ramírez Acuña. En los círculos azules se afirma que el “dedo presidencial apunta ya”, al “sonsobrino” del expresidente del mismo apellido.
2.- Decenas de voces autorizadas y reconocidas, se oponen a la construcción de un elevador que conducirá a la cúpula del Monumento a la Revolución y cuya estructura se levanta ya, porque destruirá la obra que rescató el arquitecto Carlos Obregón Santacilia (+). Cuando este reportero entró a trabajar en diciembre de 1943, a la revista Así, que dirigía don Gregorio Ortega, tuve la oportunidad de subir hasta esa cúpula, en una de cuyas cuatro columnas había un elevador que funcionaba para tal efecto, pero cuando a “alguien” se le ocurrió que este símbolo revolucionario, debería convertirse en panteón de los hombres más ilustres del movimiento cuyo centenario se conmemorará el 20 de noviembre venidero, el mencionado ascensor desapareció.
3.- Se estrenó una película llamada “El Atentado”, que pretende recordar un incidente ocurrido a don Porfirio Díaz, en el siglo XIX, la cinta que dirigió Jorge Pons, es un auténtico atentado al buen cine, máxime que con su presentación en cartelera, se dice que se inician los festejos del centenario. Se trata de algo, que debe exhibirse en cines especializados en pornografía, denigra a la industria cinematográfica y está más en la línea de los eventos fallidos que el gobierno federal organiza para evocar la revolución que se organizó para derrocar al gobierno de Victoriano Huerta.
4.- El periodista Álvaro Cueva, pide al presidente Felipe Calderón en su colaboración dominical que aparece en el diario “Milenio”, que retire los spots que inundan las pantallas de los cines de todo el país, “porque son un insulto para el pueblo de México al afirmar que ya vamos en franca recuperación económica”. Y conste, Álvaro no es el primer periodista que escribe que esta “recuperación” solo está en la mente del gobierno, pero muy lejos de los bolsillos del pueblo.
5.- Hace 46 años, falleció don Isidro Favela, hombre excepcional que dio lustre a la diplomacia y a la judicatura nacionales. Fundó el grupo “Atlacomulco”, del que salieron políticos como don Alfredo del Mazo Velez, don Adolfo López Mateos y don Carlos Hank González. En su juventud, don Isidro fue secretario de Relaciones Exteriores, mas tarde gobernador del Estado de México y posteriormente formó para del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, cuya sede está en la ciudad de La Haya, Holanda. A su muerte ocurrida en 1964, donó su casa ubicada en el barrio de San Jacinto en San Ángel -lugar que es Patrimonio de la Humanidad-, al sur de la ciudad de México y que ahora es un Museo, que se debe visitar.
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