Adiós para ocho años de buen Gobierno

por Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista Colombia

Con multitudinarias marchas, encuentros municipales, manifestaciones de cariño y mensajes de agradecimiento; Colombia despide a uno de los mejores mandatarios que han presidido el cargo público más importante de la Patria. El gran líder latinoamericano, el hombre de la mano dura y el corazón grande.

En 2002, Andrés Pastrana Arango dejaba la Presidencia después de cuatro años de vacío gubernamental, entregaba un país lleno de corrupción, violencia, desorden público, pobreza, desempleo y liderado por los grupos alzados en armas: FARC y ELN.

Esa misma tarde, ingresaba al Palacio de Nariño, Álvaro Uribe Vélez; quien después de un abrumador triunfo en las elecciones presidenciales, ocupaba la jefatura de la nación. Ese antioqueño que luchó incansablemente por la Patria, le devolvió la dignidad al pueblo colombiano. Uribe pasará a la historia como un mandatario ejemplar y diferente a sus antecesores; ya que pudo enfrentar las dificultades dejadas por otras administraciones, deudas y plagas perpetuas como las FARC.

Con Seguridad Democrática pudo devolverles la inversión extranjera al comercio y la confianza a los habitantes: Hoy la guerrilla pasó de ser un agente protagónico en el concierto nacional, a unos fugitivos que se esconden en territorios vecinos bajo el amparo de gobiernos lunáticos.

Cabe anotar que no me considero un uribista acérrimo, ni daría la vida por el Jefe de Estado; pero confío en los hechos y resultados: Trabajó, trabajó y trabajó con esmero. Demostró que ser presidente no es el camino para obtener la mejor jubilación de un político, ni que lo importante era viajar sin descanso, realizando la labor de canciller. Su estilo montañero fue sinónimo de profundo amor por Colombia y confianza por una tierra en crecimiento, eso lo percibieron el 80% del pueblo, suceso insólito cuando un gobernante deja su cargo.

“Esas carnitas y esos huesitos”, como el mismo se autodenomina, le mejoraron el panorama a Colombia; sopena de que su talón de Aquiles sea el desempleo, la pobreza y las irregularidades en el Congreso Nacional; con Uribe el país resucitó de su letargo, convirtiéndose entre 2002 y 2009, en la zona de América Latina con mayores índices de inversión y eso se manifestó en el crecimiento del 4% de la economía; cifra que se vuelve significativa ante la recesión de 2008.

Los problemas que deja el Gobierno saliente no son de Uribe, su origen radica en años de malos gobiernos que este mandatario subsanó, pero que para mejorarlos tienen que pasar una serie de buenas presidencias, acabar con el narcotráfico y el terrorismo. Por ahora, la nación se prepara para despedir este sábado 7 de agosto al mejor gobernante que tuvo el país en sus últimas décadas.