por Luis Ariel Ramos
A menos de dos meses de que se inicien los festejos para conmemorar el Bicentenario de nuestra Independencia y a poco menos de 4 meses de los 100 años del movimiento revolucionario, se han disparado los costos presupuestados para las dos conmemoraciones.
La inmortal frase del conquistador Hernán Cortés cuando se le indicó que tenía que rendir cuentas, el extremeño respondió: “entre picos, palas y azadones, tres millones majestad”, regresa triunfante en este año, pues las cuentas “del gran capitán, están a flor de piel”.
Y lo peor de todo, es que no se conoce ninguna obra que recuerde los dos fastos; pero para dar una idea de la forma en que se gasta, para sacar de los restos de varios próceres de la Patria, de las urnas depositadas en la Columna de la Independencia, para darles “una manita de gato”, se invirtieron 3 millones de pesos -incluido el ambigú- (ofrecido a todos los que participaron en la exhumación, traslado y depósito en un Salón del Castillo de Chapultepec).
Hace cien años, don Porfirio Díaz levantó varios monumentos para tales fiestas, entre ellas: la propia Columna de la Independencia, el Hemiciclo a don Benito Juárez y el Palacio de Bellas Artes, concluido hasta 1934, todos ellos en la ciudad de México.
En la capital de Guanajuato -del mismo nombre el Teatro y Mercado Juárez y en casi todas las urbes importantes del país, hubo obra conmemorativa.
Quién esto escribe, pensó que una de las mejores formas para evocar ambas gestas, era convocar a todos los mexicanos a un gran acto de Unidad Nacional, en el que como recuerdo para las futuras generaciones, se elogiara a todos aquellos personajes -hombres y mujeres- que desde el 16 de septiembre de 1810, se hubieran distinguido por sus acciones a favor de la Patria.
Lo anterior sin importar si fueron liberales, conservadores, clérigos, emperadores, militares, marinos o simples ciudadanos.
Esto pudo haberse hecho con el único propósito de mostrar al mundo que después de doscientos años, por fin los mexicanos dejábamos las banderías, fobias y toda clase rencores, para convertirnos en una nación moderna que reconoce a unos y otros, su entrega a los supremos intereses del país.
Por Ejemplo: don Agustín de Iturbide, fue el hombre que culminó la lucha de la Independencia y que, al proclamarse emperador, España reconoció el derecho de México a ser país libre; Maximiliano archiduque de Austria, como Emperador, impuso las Leyes de Reforma, hecho que lo disgustó para siempre con los jerarcas católicos de la época; don Porfirio Díaz, desde su arribo al poder, ninguna otra potencia extranjera pretendió hoyar el suelo patrio, y hoy, los tres están satanizados.
Como ellos hay miles que se significaron en los doscientos años que llevamos como nación libre y soberana y no tiene reconocimiento alguno.
¡Lástima!, ignoro si las Fiestas del Bicentenario y las del Centenario, les quedaron muy grandes a quienes hoy gobiernan el país y la ciudad de México, pero estoy seguro de que por nimiedades la irresponsable de unos y otros, impide honrar a esos cientos de mexicanos ilustres.
Esperar otros cien años, ¡oiga usted! como que es una irreverencia.
LOS CAMBIOS
Acostumbrado a ser él quién dirija personalmente los destinos nacionales, Felipe Calderón Hinojosa despidió -no renunciaron, en este país nadie le renuncia al presidente- al licenciado Fernando Gómez Mont y a Patricia Flores Elizondo.
Los motivos no importan; lo increíble es que al mencionarlos por sus nombres, Calderón Hinojosa exaltó el trabajo que ambos realizaron y todo mundo se pregunta, si “trabajaron bien, entonces porqué los corrió”.
Todos los mexicanos sabemos, que Felipe directamente maneja todos los asuntos del gobierno; sus secretarios, son personajes que han sido utilizados solamente para quitarle los golpes que producen sus errores y sus fracasos.
Los usa y cuando ya los desgastó, simplemente los corre.
Desde 1 de diciembre del 2006, el hombre de Michoacán desconfiado “hasta de su sombra”, ensaya jugadas; coloca barreras; las quita a su gusto y juega a gobernar una nación dividida por la forma tan sucia como asumió el poder, negándose a recontar voto por voto y casilla por casilla, lo que de haber ocurrido, no solamente hubiera legitimado su triunfo, así hubiera sido por un solo voto, sino que se hubieran -otra vez hubieran, palabra que no existe ante una seca realidad- callado todas las voces discordantes.
Por eso, los perredistas no lo reconocieron al principio -hoy más de la mitad de ellos ya se acostumbraron a verlo luciendo en su pecho la Banda Tricolor-; por eso, Andrés Manuel López Obrador lo llamó “ilegítimo”, por eso su sexenio continúa siendo de “pronóstico reservado”.
En fin los cambios -irrelevantes por las razones anteriores- incluyen la llegada de José Francisco Blake Mora, un doctor en Derecho Canónigo, como nuevo encargado del Despacho de Gobernación. Era secretario general de gobierno del Estado de Baja California, y le tocó perder las 6 alcaldías y 13 de las 16 diputaciones locales en las pasadas elecciones del 4 de julio; Bruno Ferrari -así se apellida, pero no pertenece a la familia propietaria de esos excepcionales automóviles-, como encargado del Despacho de Economía y el regreso a casa de otro de sus hijos pródigos, Gerardo Ruiz Mateos, calificado unánimemente como “el peor secretario de Economía en toda la historia desde que se creo ese ministerio.
El clamor nacional expresa: “ojalá y el presidente no se equivoque otra vez”.
En síntesis: pobre México.
CONFETTI
1.- Después de 9 gasolinazos habidos este año, el precio de las que nos venden aquí , ya superó a los que los automovilistas compran en la Costa Atlántica de los Estados Unidos.
2.- La esposa de Howard Weeb, el arbitro inglés que sancionó el juego inaugural y el de la clausura de la reciente Copa del mundo, lo pintó de cuerpo entero, al declarar “que no controla ni a sus propios hijos, como iba a controlar a 22 jugadores”; ahora sabemos por que a España, le fue como le fue, con los “cochinos holandeses”.
3.- El Canal Once de televisión del Instituto Politécnico Nacional, por decreto presidencial pertenece ahora a la secretaría de Gobernación y tendrá cobertura nacional.
4.- El periódico “La Jornada” publicó como su nota principal del miércoles 14, que Diego Fernández de Ceballos, se había comunicado con su familia y estaba bien” y señaló que fue secuestrado por una poderosa banda de delincuentes que opera en el Centro del país, que exige 30 millones de dólares por su liberación. El jefe Diego, ya cumplió dos meses de estar privado de su libertad, precisamente ese 14 de julio.
5.- Falleció en Miami la reina del bolero, Olga Guillot; descubierta por el pianista Facundo Rivero, a los 13 años, la debutó en el “Zombie Club” el 15 de diciembre de 1945. Acompañada de su hija Olga María se fue al destierro a Venezuela, en donde vivió breve tiempo, trasladándose a México mas tarde. Aquí al grabar la canción “Miénteme” del “chamaco” Domínguez, derribó el mito que advertía que las mujeres, no vendían discos. Cuando tenía 20 años cantó a dúo con Edith Piaff en Cannes. Solía decir: “Cuba es mi marido y México mi Amante Adorado”, al fallecer escribía su biografía. Descanse en paz, la excepcional “Reina del Bolero”.
6.- Falleció en su residencia de Tampa, Florida, George Steinbrenner, el hombre que compró al equipo de beisbol “Yanquis” de Nueva York en 10 millones de dólares en 1973 y hoy, la franquicia vale más 1600 millones; bajo su mandato la novena ganó 11 banderines y 7 Series Mundiales. El día 4 de este mes de julio había cumplido 80 años. Descanse en paz este hombre visionario.
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