por Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia
Para Hugo Chávez, presidente de Venezuela, ha sido una temporada de impasses, primero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA emitió un informe sobre las violaciones a los derechos humanos y la libertad de expresión por parte del régimen chavista; luego el presidente de RCTVI, Marcel Granier, decidió abrir dos nuevos canales de televisión en Venezuela y finalmente España acusa al mandatario latino de tener fuertes nexos con la FARC y la ETA.
La oposición venezolana ha recibido buenas noticias de parte de organizaciones mundiales, que ya sienten la necesidad de prestarle atención al caso Chávez, en momentos en que todas las encuestas hechas en este país confirman que el gobernante está quedando solo en sus intenciones expansionistas y monárquicas, ostentando una popularidad inferior al 50%, después de 11 años de mandato.
El 70% de su nación rechaza el modelo socialista, todo empeorado por la decisión de Chávez de expropiar empresas, edificios, residencias; racionar energía; armar a civiles como milicias bolivarianas y seguir lanzando injurias contra el gobierno colombiano. Además, su credibilidad y confianza por parte de líderes de la región ha disminuido considerablemente.
“El discurso de Chávez se encamina a desmentir las acusaciones y asegurar que quieren atentar contra la seguridad política del Estado Bolivariano; además amenaza con romper relaciones bilaterales con todos los países y hasta de retirarse de organismo como la OEA o la ONU,” asegura Luís Fernando Restrepo, sociólogo.
Sin embargo, el informe de la Comisión Interamericana es contundente al aseverar que la forma de represaría de Chávez contra los medios u opositores es generar represión, persecución, exclusión, discriminación laboral, encarcelamiento e incluso la muerte; escenarios que se asemejan a los cubanos.
Paralelamente, la decisión de la RCTVI, se convierte en un jarabe para quienes sienten que ya todo está consumado en Venezuela y que quizás Chávez ocupará la jefatura por 20 ó 30 años más. El modelo socialista se convirtió en un total fracaso: La violencia sigue aumentando en las principales ciudades del territorio; el desempleo mantiene altos índices y los hombres que antes apoyaban la revolución, decidieron lanzarse del barco y calificar de improcedente la actitud del Presidente.
Ahora España acusa al ejecutivo de sus alianzas con la FARC y la ETA, y le exige una explicación ante la comunidad internacional; a lo que Chávez responde con ironía y hace caso omiso. Se avecinan la época electoral legislativa y analistas aseguran que Chávez arma a sus simpatizantes ante una posible derrota electoral; que pone en cuerda floja su aspiración como el “presidente eterno” de los venezolanos.
Es una época difícil para el Jefe de Estado, quien nunca ha contado con el apoyo del sector universitario, y sus partidarios prefieren evadirlo antes de seguir apoyando sus tormentosas e incoherentes decisiones gubernamentales. Aunque un vidente hondureño aseguró que Hugo Chávez mandaría en Venezuela durante 20 ó 30 años más; es difícil comprender en qué escenario desarrollará un mandato tan prolongado.
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