por Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia
2010 se caracterizará por ser el año de las coincidencias y de las lecciones en plenas contiendas electorales. La época de comicios presidenciales en varios países latinoamericanos le permite a los analistas vislumbrar el panorama político, cultural y la dirección que toman los habitantes del área, en cuanto al futuro de sus territorios; siendo la gran moraleja de los resultados un abandono hacia las polarizaciones de izquierda o derecha y el fortalecimiento de las instituciones y los sistemas económicos, como base del posicionamiento internacional y la toma de conciencia en plena crisis mundial.
Desde 2009 y hasta 2011, los líderes americanos iniciaron sus campañas políticas para obtener el cargo más importante de cada nación: La presidencia. La última vez que coincidieron las elecciones de mandatarios en América; se notó un favorecimiento especial por las políticas de izquierda, llegando al poder Ortega en Nicaragua, entre otros. Sin embargo, en esta oportunidad no se connota una dirección ideológica clara: el Gobierno argentino perdió su mayoría legislativa; la izquierda gana en Uruguay, abogando por el fortalecimiento económico; en Chile venció la derecha; en Honduras, el nuevo Presidente, más que ostentar un tendencia, busca la restauración de la democracia en este país, después del golpe de Estado implementado hacia Manuel Zelaya. En Bolivia, sopena de que el año anterior se amenazaba con una guerra civil, Evo Morales afianzó su hegemonía política y fue reelecto como mandatario de esta nación andina.
“Los votantes se han cansado de las ideologías, de confiar en izquierda, derecha o centro. La tendencia protege la credibilidad de las instituciones, el correcto funcionamiento de sus organismos públicos, el establecimiento de leyes que beneficien las colectividades y la implementación de procesos mercantiles, en donde se disminuya el desempleo y la corrupción política y social,” explica Marisol Valencia, periodista y analista política.
El triunfo de la costarricense Laura Chinchilla, es un llamado a sus homólogos a no condicionar las relaciones por ideologías, sino trabajar unidos para solucionar los problemas del continente, que en el caso de Costa Rica están enmarcados por el crimen organizado y la pobreza. El futuro electoral para Colombia, Brasil y Perú se caracterizará por acuerdos de los principales candidatos para darle continuidad a las políticas de sus antecesores, tal es el ejemplo de la Seguridad Democrática implementada y desarrollada por Álvaro Uribe en nuestro país.
En Colombia no se tiene definido la tercera candidatura de Uribe, pues depende de la puesta en marcha del referendo reeleccionista, la misma que cuenta con grandes obstáculos en la Corte Suprema de Justicia. Por otro lado, los candidatos actuales han mantenido sus lineamientos con proyectos del actual gobierno; un logro significativo, después de que los nuevos mandatarios, en épocas de antaño, llegaban a sus gobiernos para eliminar las decisiones anteriores e imponer nuevos modelos, como el caso venezolano, en el que los mercados nacionales temen por las malas maniobras de su presidente.
La invitación es a pensar en la colectividad sobre intereses individuales; o el buen desarrollo de las instituciones sobre sistemas monárquicos y poderes personalizados.
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