por Jorge Uribe Piedrahíta
Comunicador Social/Periodista Colombia
“Sebastián Piñera, (centro-derecha) obtuvo la presidencia de Chile en una reñida segunda vuelta venciendo a Eduardo Frei, de la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia. Piñera pone por el momento fin a casi dos décadas de gobierno de centro-izquierda en el palacio de La Moneda y regresa el poder a la derecha, que anteriormente se vinculó con el régimen militar de Augusto Pinochet.” De esta manera el medio chileno más importante de este país, le comunicaba a la opinión pública el golpe más importante hacia el mal llamado Socialismo del Siglo XXI que Hugo Chávez busca propagar por la región.
El triunfo en segunda vuelta de Piñera, es un reflejo de la madurez política en la que está sumergida la nación septentrional y la buena noticia para Colombia que gana un aliado. Los avances logrados por la democracia chilena después de la dictadura de Augusto Pinochet, durante 17 años; es admirable y antepone moralejas para vecinos del hemisferio, quienes en asocio al mal Socialismo, han querido perpetuar sus gobiernos y sus decisiones gubernamentales.
“Se genera una renovación, una transformación después de 20 años de gobiernos centroizquierdistas; sopena de que el trabajo de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet sean un legado significativo para Piñera y un ejemplo de trabajo conjunto en aspectos políticos, económicos y sociales; Chile hoy es una de las naciones más respetadas del mundo,” expresa Luís Fernando Gómez Torres, analista político.
Los grandes triunfadores en estos comicios, sin duda alguna, fueron los habitantes, quienes están invitados por el mismo Piñera a la Unidad Nacional y a la concertación con los partidos políticos de la oposición, quienes forman mayoría en el Congreso, pero que fueron citados por el mandatario electo a “sacar a Chile, de una vez por todas, del subdesarrollo”. Por su parte, los perdedores serán el partido de Frei, encabezado por Bachelet y a las acciones tormentosas del Padre del Socialismo del Siglo XXI, Hugo Chávez, quien ante las problemáticas de su país, ha perdido credibilidad y hoy se sumerge en el pozo de los derrotados.
La enseñanza para el universo, por parte de estas elecciones, radica en la unidad que se quiere fomentar como una política de Estado, el progreso económico y los demás aspectos de la nación, no se convierten en estrategias para cada partido, ni en obstáculos de la oposición; todos los chilenos sin importar raza, creencia política, económica y religiosa, están convocados a trabajar, arduamente, para luchar por los intereses comunes y apoyar las decisiones de Piñera, cuando éste ocupe la presidencia el próximo 27 de enero.
El desarrollo de Chile es notable; un ingreso per cápita, que está en 15 mil dólares y la trascendental reducción de la pobreza, la han puesto a la cabeza de Latinoamérica, con relación en desarrollo humano. El talón de Aquiles del Presidente entrante son: las dificultades en la educación, el aumento del desempleo por la crisis mundial, la delincuencia común, las disputas limítrofes con Perú, y el reclamo de Bolivia para tener una salida soberana al mar.
El Presidente Uribe ha ganado un aliado en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo; su búsqueda de ingresar en la Cooperación Económica Asia -Pacífica (APEC) y el apoyo para alcanzar el TLC con EUA.
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