El salario minimiza las condiciones de vida en Colombia

por Jorge Uribe Piedrahíta

Comunicador Social/Periodista Colombia

Se aproxima la primera quincena de 2010 con el incremento del 3,64% determinado por el Presidente Álvaro Uribe, a través de un decreto presidencial, pues los gremios de trabajadores y los empresarios no tuvieron coincidencias en sus sesiones, ni hubo un acuerdo que facilitara un aumento mayor o equitativo. Sectores sindicales calificaron este aumento como insuficiente, pero los empresarios aseveran que es razonable y oportuno ante la realidad económica nacional.

El salario mínimo legal vigente para nuestro país quedó estipulado en 515.000 pesos, lo que representa 260 dólares. Para algunos analistas es un grave error político del Gobierno imponer este bajo incremento, abogando coherencia con la inflación y otros asuntos económicos, cuando al aumentar el salario se acrecientan los egresos de los trabajadores; una forma de decretar más pobreza, pues es impensable que un colombiano sobreviva con 540 pesos diarios de más; seguro esto ratificará despidos en empresas por la falta de consumo e inversión.

¿Qué puede hacer una familia con 18.000 pesos de más (9 dólares), cuando los productos de la canasta familiar, los servicios públicos, las matrículas estudiantiles, la gasolina, el pasaje en transporte público y otros, subirán sus tarifas a partir de enero? Es demeritar la actividad de los trabajadores del país y la evidencia de la ausencia de una política salarial que mejore, con estudios y análisis, las condiciones de vida de los nacionales.

“El principal argumento del Gobierno para la suba del salario mínimo es el empleo. Según ellos, entre más moderado sea el porcentaje de aumento seguro los empleadores o empresarios podrán mantener más trabajadores en sus fábricas, pero esto es incongruente cuando el desempleo está encima del 14% y en cada hogar solo trabaja una persona, quien debe soportar los egresos generados por todo el grupo familiar,” asegura Ignacio Alberto Bedoya, trabajador independiente.

Para la Federación Nacional de Comerciantes, FENALCO, el incremento se ajusta a las eventualidades de 2009, las exportaciones y el sector agropecuario que estuvo en serias dificultades. Según el Presidente de FENALCO, Guillermo Botero Nieto, los colombianos deberían contribuir al buen desarrollo del país y comprender los bajos porcentajes de incremento en el salario y en su defecto aprender a vivir con éste; pues los problemas económicos son de todos los nacionales.

Los costos laborales para los empresarios, según algunos ejecutivos de la nación, son muy altos, teniendo en cuenta la devaluación del peso frente al dólar. Ellos abogan por la moderación y coherencia frente al año vivido. Por su parte, los trabajadores, aquellos que deben suplir sus necesidades básicas primarias, tales como el vestido, la recreación, la educación, la salud, entre otros; están en un proceso de planificación y con seguridad, el trabajo informal crecerá, al igual que el desempleo, ya que los líderes políticos de este país están convencidos de que el empleo se conserva si los contratantes no son sometidos a pagos justos a su personal, restringiendo el poder adquisitivo de los mismos y el consumo.