¿FUE REVANCHA DE LOS SICARIOS?

por Luis Ariel Ramos

Periodista/México

Sacudió hasta los cimientos de la sociedad mexicana, el asesinato de la mamá, la tía y dos de los hermanos, del marino Melquisedet Angulo Córdova, ocurrido en la misma noche del día en que fue sepultado con honores.

La televisión y la prensa, presentes en el homenaje, difundieron a los cuatro vientos del universo, las conmovedoras escenas, en las que la mamá del desaparecido, recibió la bandera nacional -tal y como ocurre en Estados Unidos, en actos similares-.

Horas más tarde cuando los deudos del desaparecido dormían en la modesta vivienda ubicada en la comunidad de Paraíso, Tabasco, fueron brutalmente sacrificados con armas de grueso calibre y tecnología de punta.

¿Cómo y porqué se dieron estos lamentables hechos..?.

Desde que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa emprendió su guerra contra el crimen organizado, ordenó -SI ORDENÓ- que se le diera amplia difusión en la prensa escrita y en los noticieros de radio y tv, a los triunfos derivados de los enfrentamientos, para mostrar los trofeos obtenidos en las batallas: armamento, balas y dólares.

Y se iniciaron las ceremonias para honrar a los militares y policías y ahora a los marinos, caídos en las desiguales batallas.

Hace ya más de un año, que en este mismo espacio denunciamos que Calderón Hinojosa sacó al ejército a las calles de pueblos, villas y ciudades para que lo protegieran, durante sus visitas y para evitar que fuera criticado, inició una guerra que lo único que ha traído es sangre, dolor y llanto a miles de familias -son casi dos mil los sacrificados solamente este año-.

¡Porqué escribo así..!, por que la contienda la inició sin autorización del Congreso, sin un plan previamente discutido con los jefes militares, sin preparar y armar debidamente a las tropas que harían frente a los enemigos y sobre todo, sin conocer bien quienes eran estos.

Dije también que las tropas iban equipadas con rifles, que parecían de juguete, mientras que los de enfrente, contaban con armamento sofisticado -con tecnología de punta-.

Entonces ¿porqué magnificar “urbi et orbi” esas “pírricas victorias”..?, que trajeron más daños a las tropas, que a los vencidos.

Y sobretodo ¿porqué mostrar y publicitar los nombres  de los caídos y el rostro de sus familiares más cercanos..?.

¿Qué no hay nadie con dos centímetros de materia gris, cercano al señor de Los Pinos, que pudiera haber considerado que al hacer públicos esos homenajes, eran una clara invitación para la revancha.

Y más aún, al hacerse del conocimiento mundial la forma en que se mancilló el cadáver del llamado “Jefe de Jefes”, cuando se le tomaron fotografías con los pantalones bajados hasta las rodillas, ensangrentado y cubierto con billetes también manchados con sangre.

Esa escena mostró el verdadero rostro del presidente y sus asesores -si es que los tiene-, ya que representa que los marinos iban a matarlo, tal y como lo ha denunciado el obispo Raúl Vera, que dijo: “fue una: ejecución extrajudicial “.

“Pero no” había que llenar de sangre los noticieros de radio, televisión y las páginas de los medios impresos, para que la ciudadanía contemple que esa guerra la siga perdiendo el crimen organizado, cuando la triste realidad es otra.

¿Porqué los homenajes no se hacen dentro de los cuarteles y sin la presencia de reporteros, fotógrafos  y camarógrafos..?

Ante esta cruel realidad podrá “dormir” el general de cinco estrellas. ¡Vaya sexenio el de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa..!, su gobierno carece de oficio y perspicacia.

CONFETTI

1.- El lunes 21 de este agónico año, los diputados de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, aprobaron la iniciativa que valida los matrimonios de personas del mismo sexo, quienes además podrán adoptar hijos; de inmediato los dirigentes del Partido Acción Nacional, “pusieron el grito en el Cielo” y anunciaron que promoverán un recurso de apelación ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

2.-  Este rechazo pone de manifiesto una  vez más, la doble moral de los dirigentes del PAN que se hacen de “la vista gorda” con quienes  se ocultan en el “closet” y se casan hasta por la Iglesia, para ocultar sus verdaderas preferencias sexuales.