Buy American Vs. Go’n’Buy

Por Rodrigo Llop

Economista

Parecería difícil pensar que el “buy american” podría llegar a ser contraproducente a la economía Americana. ¿Podría el valor de la libertad comercial del país más libre del mundo (como el mismo Estados Unidos se proclama) comprometerse al decidir por decreto individual el comprar únicamente productos fabricados en los Estados Unidos?

Si bien una decisión generalizada de la sociedad norteamericana a comprar únicamente lo hecho en EUA responde a una decisión libre y no a una orden o un reclamo del gobierno, el ejercer esta decisión compromete de cierta forma la libertad misma, la capacidad de elegir. Al igual que la sociedad cedió parte de su libertad  al permitir que todo se investigue en nombre del terrorismo a cambio de tranquilidad y protección, el recortar opciones comerciales por convicción cierra brechas también de libertad.

Cuando a consumo se refiere, no importa si no es bueno, siempre y cuando sea Americano; No importa que sea caro, siempre y cuando  sea Americano; No importa que sea feo, siempre y cuando sea Americano. Una vez más lo absurdo supera lo racional. La reducción de opciones no solo compromete la autonomía del comprador si no da, a su vez, control al productor. No importa que su producto no tenga calidad, el consumidor se comprometió a comprarlo por el simple hecho de ser americano. Así, los valores comerciales cambian de competitividad a nacionalismo. El consumidor pierde.

¿Qué sucedería entonces con una convicción generalizada del “Buy American”? en efecto es muy probable que se protejan los empleos nacionales. La persona que hoy en día contesta el teléfono en India en un call center para un banco, se contestará ahora desde Texas. El operador hindú que cobraba una décima parte de lo que cobra el ahora operador texano se quedará sin empleo y de forma indirecta el banco trasladará el incremento de los costos operativos del empleado texano a las comisiones de sus servicios bancarios; El auto que antes se hacía en Japón, Latinoamérica o en Europa del Este se dejará de vender en la Unión Americana. Un auto “Made in America” lo reemplazará. Un auto más grande, más caro y menos eficiente. Costos adicionales indirectos para el propietario como gasolina (6 u 8 cilindros contra 4 o 6 cilindros) con menor calidad incrementarán el costo de pertenencia. Ya sea una empresa (el banco) o el consumidor final que compra el auto, reflejará inflación de forma directa o indirecta mediante ineficiciencias en la economía. El consumidor pierde.

¿Qué es lo que verdaderamente puede ayudar? El consumo. El turismo podría verse afectado por disminución en el gasto recreativo de cada uno de nosotros. Es más importante la alimentación o la salud que el viajar. Una campaña gubernamental en conjunto con la industria turística (hoteles, aerolíneas y restaurantes) con precios competitivos que eviten caer a niveles mínimos la ocupación podría generar consumo importante en regiones alejadas el país. Es preferible mantener un 60% de ocupación con precios poco competitivos que un 20% con precios Premium. La derrama distribuida minimizará recortes y e incentivará el consumo. El empleado del hotel o de la aerolínea tendrá dinero en su bolsa para gastar en tiendas y supeprmercados. El empleado del supermercado tendrá dinero en la bolsa para continuar consumiendo y finalmene los empleados de las fábricas de productos que se venden en los supermercados tendrán también empleo y dinero para continuar gastando. Una solución es “buy american”, otra solución es “go’n’buy… whatever!”.