ENTRE CALDERÓN Y EL PEJE: POBRE MÉXICO

Ariel Ramos

Periodista

Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador, luchan cada uno desde su trinchera personal, para hundir a México.

Los dos extremos de ambas posiciones se tocan.

Analicemos los detalles de uno y otro.

El presidente Calderón Hinojosa se ha convertido en un personaje lleno de temores y miedos, circunstancias que lo mantienen haciendo todo lo que su enemigo propuso como aspirante a la presidencia de la República.

Ya desde el año pasado apuntamos que sacó a los soldados a la calle para cuidarlo cada vez que asiste a un lugar público.

Y como era tan notoria, abrumadora y exagerada la presencia de los militares, que para justificar la medida, decidió enfrentar a los cárteles de la droga, sin conocer la fuerza, los recursos económicos y la penetración que tenían estos grupos en las diferentes dependencias y oficinas del gobierno federal.

Los resultados están a la vista: los asesinatos realizados con una brutalidad nunca antes conocida en México -cadáveres sin cabeza, por ejemplo-, secuestros dirigidos desde el interior de recintos federales y estatales, sin que nadie haga nada para bloquear esas llamadas.

Las fuerzas armadas de México, gozaron de respeto y se les tenía en la mayoría de los casos en los que actuaban, como definitivos para terminar -permítaseme la expresión- felizmente las tareas que se les encomendaban.

Había seguridad en calles y avenidas de pueblos y ciudades.

Hoy el panorama es distinto: donde están los soldados, como burla hacia ellos los cadáveres son “sembrados en sus narices”.

Se decomisan miles de armas, dinero, celulares, pero no se detiene a nadie en los lugares donde se guarda tanto arsenal.

El pueblo se pregunta: ¿son alertados los malosos de estas acciones..?

El caso es que cuando se dan a conocer los decomisos, nunca se conoce a sus propietarios.

Las balaceras mantienen aterrados a quienes tienen la desgracia de vivir cerca o de presenciarlas.

¿Nadie le dijo al presidente el tamaño del enemigo a vencer..?

¿Tampoco se le advirtió que el enemigo está infiltrado en todos los estratos de la sociedad..?

El sábado 29, venció el plazo de cien días, al que se comprometieron las autoridades federales, estatales y municipales, al firmar el acuerdo por la legalidad y la justicia y en cuyo acto lo más sobresaliente fue la frase del empresario Alejandro Martí: “si no pueden, renuncien”.

No pudieron y no renuncian tampoco.

Pero eso sí, el presidente del Acción Nacional ya declaró que en esta lucha -guerra es la palabra correcta-, el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, ha salido victorioso.

Es tal el pánico del huésped de Los Pinos, que durante la visita de estado que hizo a la capital chilena, exigió un vehículo blindado para recorrer la ciudad de Santiago.

Y la petición se la cumplieron: don Felipe pudo conocer los sitios emblemáticos de Santiago de Chile, a bordo del Mercedes que usó durante su larga dictadura Augusto Pinochet.

Y como hoy lunes 1 de diciembre el “Zeus Tarasco” inicia su tercer año de gobierno -nada es para siempre, dejará el poder el 30 de noviembre del 2012-, los discursos laudatorios para el hombre que se hizo llamar “presidente del trabajo”, pues se nos recetarán miles de comerciales en radio y televisión que cantarán loas al moderno “césar”.

En el colmo de los festejos, Calderón exhibe una vez más su ineptitud: lleva dos años peleando una guerra que ha sembrado 6 mil muertos en todas las latitudes nacionales, y ha salido con la nueva de que la mitad de los policías “no son de fiar”.

¡Se imagina usted..!, después de 730 días los policías mayoritariamente no son de fiar y ante esta desproporcionada declaración de quién es el presidente formal de México, el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de México, Sergio Valls, completa el desolador cuadro al declarar: “si hay jueces coluditos con el narco”.

¿En que país vivió Felipe Calderón, que nunca supo que los policías, no son de fiar..? y en relación al reconocimiento del ministro de los jueces, pues esta, no tiene desperdicio

¿Cómo se va a ganar una guerra así..?

Devaluación, inflación, desempleo, nuevos impuestos y gasolinazas semanales, son el verdadero regalo que Calderón Hinojosa, dará a los mexicanos al entrar en su tercer año de gobierno.

EL PEJE

Andrés Manuel López Obrador perdió la oportunidad de convertirse en el líder de una izquierda moderna, que desde mi punto de vista, hubiera rebasado las fronteras nacionales.

Iluminado por un enorme ego, el llamado “peje” ha destruido todo lo que toca: al PRD que lo hizo su candidato en las elecciones del 2006, está fracturado. El enorme apoyo popular que tuvo, se ha reducido a unos cuanto miles.

Empezó por hacerse llamar “presidente legítimo”, paralizó la capital de la república al secuestrar el Paseo de la Reforma y ahora se autonombró defensor del petróleo mexicano.

Ni siquiera el hijo de quién expropió en 1938 el oro negro, simpatiza con esta nueva batalla, que no sabemos hasta donde llegará y que daños traerá a un país, que merece otra suerte.

Y lo peor de todo, es que sus banderas de campaña, ya no son suyas, son ahora del inquilino de Los Pinos.

Y lo más trágico de todo, es que uno y otro, no hacen caso de sus asesores; o es que no los tienen y por ello se ¿lanzan sin red de protección..?

¿O también estarán hermanados en la terquedad, la imprudencia y el mesianismo..?

¡Pobre México..!