Nueva York: Zona Cero

No hay persona que visite esta Ciudad y quede maravillado con ella. Ya sea por sus rascacielos o por su continua vitalidad. Desde que llegaron los primeros inmigrantes, Nueva York fue considerado un lugar de encuentro en el que las “puertas a un mundo nuevo” se abrían a todo aquél que buscase prosperidad. Aún cuando sufrió las consecuencias de la depresión económica en el mercado bursátil en los 30’s y la ruina de varias empresas, pudo sobreponerse del Martes Negro (conocido como “Black Tuesday”) y siguió poco a poco su recuperación y su camino como una gran metrópolis, insignia importante que adquirió por años. Al terminar la Segunda Guerra Mundial y comienzos de los 50’s Nueva York entró en prosperidad, el regreso de la guerra proporcionaba a los neoyorquinos un empuje único que se vería reflejado en el crecimiento económico y la aparición de diversas Compañías de manufactura de piezas mecánicas, juguetes, ropa, muebles y todo tipo que se localizaban al otro lado del Río Hutson, asimismo se vería la segunda ola de inmigrantes puertorriqueños instalar su hogar en la Ciudad. 

Aún cuando a finales de los 70’s muchas compañías cerraron por trasladarse a diferentes puntos de la Unión Norteamericana, reubicando sus plantas para aminorar los altos impuestos y dejando un costo alto de desempleo, Nueva York se identificaba como una ciudad Sofisticada y aparecerían las grandes Compañías de Radio y Televisión. Las casas de bolsas crecían y las Compañías Financieras de renombre en los 80’s tendrían sus oficinas en los rascacielos de Wallstreet, de lo contrario no eran consideradas serias y exitosas. Nueva York en los 80’s se consolidaba como la mejor ciudad de entretenimiento, los Teatros daban lugar a obras de vanguardia y varios espectáculos eran clásicos, las visitas al Centro de Rockefeller serían paseos clásicos, hasta llegaban de todos lugares y ver se colocara el maravilloso árbol de Navidad.

En el año 2000 se oscureció la Ciudad con la Tragedia de 9/11, sus aires se vieron opacados por el atentado terrorista, sensación que se extendería al resto del país, la opulencia se detendría por un tiempo. Hoy en día al caminar por la “Zona Cero” es indudable percibir una sensación de perdida, cuando se mira la magnitud del orificio y leer los nombres de personas que perecieron se llena uno de melancolía, y te hace imaginar el terror que se vivió. Con tristeza recordamos a la cantidad de personas desaparecidas e imaginamos lo que muchos paises padecen por el terrorismo. Aquellos que tuvimos la oportunidad de conocer las Torres Gemelas y cenar en el famoso restaurante “Windows on the World”, recordamos aquella vista que quitaba el aliento a cualquiera, pensar que una maravilla en construcción hubiese desaparecido en tan poco tiempo parece inconcebible.

Sin embargo, Nueva York se supera, camina y su gente se ha llenado de optimismo, sigue siendo una Ciudad de admirarse, en ella se continúan realizando las transacciones más importantes del país y del mundo, los turistas siguen aclamando su legado. Aún cuando padeció y sufrió, hoy camina hacia el futuro, sigue teniendo una energía especial, esa energía que la a mantenido como “La puerta de entrada a la prosperidad”.