(7) TRAGICOMEDIA A LA MEXICANA

Por ARIEL RAMOS

Grave –muy grave diría yo- lo que el presidente Felipe Calderón, los principales líderes del Partido Acción Nacional, los Jerarcas de la Iglesia Católica Mexicana y los locutores que leen noticias en la Radio y la Televisión, han venido haciendo sistemáticamente para encender los ánimos de un pueblo dividido por profundas heridas que no acaban de cerrar.

Ya en otra ocasión había señalado que el papel de un presidente y jefe de estado es sumar, sin distinciones.

El librito dice: divide y vencerás, y cuando hayas vencido, une.

Y don Felipe ha hecho todo menos unir, pese a que su ventaja que lo convirtió en presidente apenas fue de 0.56 por ciento.

Una vez que los diputados aprobaron la Reforma Fiscal, don Felipe felicitó públicamente a panistas y priístas y dejó fuera a los perredistas, que desde siempre se opusieron al incremento al precio de la gasolina y que sin embargo pese a que entrará en vigor hasta el año próximo, ya produjo importantes incrementos en artículos de primera necesidad.

Tan fácil que hubiera sido declarar solamente: “felicito a los legisladores” sin hacer distingos.

Los actuales líderes de Acción Nacional han venido trabajando para revivir a un movimiento –el Sinarquismo- que ensangrentó a México durante tres años, de 1926 a 1929.

Hace unos días y con motivo de celebrarse un aniversario más de la reanudación de las Relaciones formales entre el gobierno de México y la Santa Sede, vino un alto funcionario de la jerarquía vaticana.

En su discurso pidió abiertamente que se abran todas las posibilidades, para que dignatarios de la Iglesia Mexicana, puedan ser elegidos diputados federales y locales, senadores y, quizá presidentes municipales, etc.

Desde la mayoría de los púlpitos, los oradores sacros se oponen a la apertura que ya existe en la ciudad de México, para los embarazos no deseados.

La mujer tiene todo el derecho a decidir si tiene el hijo o el producto es expulsado de su cuerpo.

En México la paternidad varonil es letra muerta en miles y miles de casos cada año; inclusive, se impide a jovencitas menores a 14 años, que puedan practicarse un legrado para no tener hijos producto de violación.

El Cardenal Primado de México, Norberto Rivera Carrera, ha pedido la protección policiaca y acusó públicamente al PRD de ser los autores del atentado que sufrió el domingo pasado, después de oficiar la Misa tradicional de las 12 del día, en la Catedral Metropolitana.

A este linchamiento todos los días y en todos los espacios, dedicados a la información (¿) se han sumado los lectores de noticias de los principales noticieros de radio y televisión.

Mientras esto ocurre de manera tan irresponsable, en esos espacios defienden a “capa y espada” los dislates del ex presidente Vicente Fox, que está promocionando su libro “la Revolución de la Esperanza” –título que don Chente se plagió de un autor alemán avecindado en Estados Unidos y publicado en los 60’s- frente a auditorios cada vez menos numerosos y en el territorio mexicano, se condena diariamente a doña Martha Sahagún, como la única deshonesta.

La detención de otro asesino de mujeres a las que enamoraba y los dislates de “don Chente” avivan el morbo de una sociedad carente de espacios culturales que tan ampliamente ocupa la pequeña pantalla televisiva con programas que en lugar de educar, incitan a la violencia y colocan en el ánimo popular, las victorias del narco, sobre un ejército que se debe ocupar de otras tareas, ajenas a las policiacas..

¡Que bonita familia..!