Por ARIEL RAMOS
A los políticos de la “Derecha” les gusta exhibirse como “si fueran los ricos de la vecindad”.
Para nadie es un secreto que México es una nación pobre, pues pese a su enorme economía, el 80 por ciento de su presupuesto lo absorbe el Gasto Corriente y del 20 por ciento restante, se destina la mayor parte para pagar las excentricidades de la nueva clase gobernante.
Lujosas mansiones cuyas puertas son abiertas para los lectores las revistas color de “rosa” y “en su pecado llevan la penitencia“ dice un viejo refrán..
Vicente Fox y su adorada Martita, presumen el lujo faraónico del rancho en el que ahora trasladaron “su amor” después de vivir en Los Pinos.
En el último número de la Revista “Quién”, los Fox enseñaron las transformaciones que sufrió un inmueble que hace apenas seis años, era una propiedad abandonada. Pisos de mármoles importados, puertas y marcos de finas maderas, lujosos muebles y hasta el cocinero francés que tuvieron a su servicio durante el reciente período presidencial, está también en el remozado rancho “San Cristóbal”.
La gente se pregunta si el cambio obedeció a la envidia que les produjo conocer el rancho del Presidente Bush, o si copiaron a los priístas: José López Portillo y su “Colina del Perro”; Miguel de la Madrid Hurtado (su apellido materno habla por si sólo) y su condominio horizontal de Coyoacán en el que viven todos sus hijos; o la gran residencia que le construyó uno de sus hijos a Ernesto Zedillo Ponce de León, en el Pedregal al sur metropolitano.
Lo cierto que ahora la pareja con su presumida, han levantado una gran indignación en todos los sectores de la nación mexicana, a grado tal que incluso Lino Korrodi que recaudó fondos para la campaña de don Chente, llamada “Amigos de Fox”, dijo que ambos exhiben “una riqueza cínica y descarada”.
Pero incluso el repudio a ese acto digno de los “Beverly de Guanajuato” ya llegó al ambiente político, pues los diputados del PRI por conducto de su coordinador el “Cortesano y Palaciego” Emilio Gamboa Patrón declaró que si el gobierno de Felipe Calderón no los investiga hasta sus últimas consecuencias, los legisladores que comanda no aprobarán ningún paquete económico que contemple el nuevo presupuesto de Egresos del 2008.
Y como la “Derecha” no tiene mayoría en la Cámara de Diputados y requiere del apoyo de los priístas, para que sus iniciativas “sean aprobadas” las apuestas de unos y otros suben el interés por conocer que hará el nuevo inquilino de Los Pinos: se atreverá a investigar a “quién lo hizo contra su pesar” presidente.
Y que decir de Felipe Calderón Hinojosa: su primer acuerdo fue incrementar en 43 por ciento los haberes de oficiales y tropa del Ejercito Nacional y la Marina, para garantizar así su lealtad.
Semanas después en un acto oficial lució uniforme militar con gorra en donde aparecieron bordadas las cinco estrellas que lo acreditan como Jefe Nato de las Fuerzas Armadas Nacionales.
Solo que el uniforme le quedó grande y la gorra se le detuvo en las orejas. Tal imagen ha servido para que los caricaturistas de todos los medios impresos, tengan un día sí y otro también, un rico material para ridiculizar la figura presidencial.
Y lo último de la nueva pareja presidencial, ha sido motivo nuevamente para indignar al pueblo y sobre todo a los militares.
El domingo 16, acompañados de los secretarios de la Defensa Nacional y Marina y de sus hijos, don Felipe y doña Margarita, presidieron desde el Balcón Central del Palacio Nacional el Desfile Conmemorativo de los Festejos del CIIIC (197) Aniversario de la Independencia Nacional
Él, de traje negro con la Banda que representa su elevado cargo; ella, vestida con discreción a diferencia de la noche anterior, en que apareció con blusa, falda y cinto similar al que lucen las indígenas purépechas; y los niños: pues los niños vestidos con uniforme militar y mostrando orgullosos las insignias oficiales de Teniente Coronel y Mayor.
Les habrá firmado también el Jefe Nato, los oficios correspondientes para que desde ese día asuman sus funciones como nuevos jefes del Ejército que por ahora sin éxito patrullan las calles de pueblos y ciudades que todos los días tiñen de rojo las ejecuciones “sumarias”.
Dada la solemnidad del acto, cabría la pregunta, ¿no lo cree usted así..?
Ni duda queda. “De que los hay, los hay y ni trabajo da, dar con ellos”.
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