Por ARIEL RAMOS
Repudiaron en todas las formas posibles los panistas el ceremonial del 1 de septiembre, llamándolo incluso “el día del presidente”. Todos decían que el formato de la ceremonia debía cambiarse.
En esta ocasión Felipe Calderón pudo llegar a la Tribuna más Alta de la Patria llamada así porque el presidente, senadores y diputados y algunos invitados nacionales, se dirigen al pueblo en actos solemnes que se transmiten por radio y tv en cadena nacional a todo el país.
Fue recibido en el Palacio de San Lázaro sin honores a su investidura, habló brevemente para entregar el texto de su informe a un vicepresidente en funciones (la presidenta pidió permiso para ausentarse del acto y con ella se salieron del salón todos los senadores y diputados perredistas.
Fue se dijo un acto republicano.
Pero Jano Calderón Hinojosa mostró apenas 14 horas más tarde otra de sus caras. Adornado el Patio Central de Palacio Nacional como si fuera para un rey, con decoración a modo y un auditorio compuesto por centenares de burócratas que fueron acomodados en secciones de colores según su jerarquía.
Feliz luciendo una amplia sonrisa, “Jano” se dirigió a su auditorio que lo interrumpió con tibios aplausos 22 veces. El aplauso más largo fue cuando criticó la construcción del muro en territorio estadunidense (recurso barato que se utiliza para provocar aplausos del respetable e impedir de paso que se duerman), pero sobre Elvira Arellano nada sobre su petición de que la nombrara Embajadora Especial para la Defensa de los Migrantes, ¡ni una sola línea..!
Televisa –uno de los dos poderes fácticos que ahora gobierna México- al trasmitir la ceremonia, en un recuadro (en el ángulo superior derecho de la minipantalla) aparecía simultáneamente cuando Jano leía su documento el anuncio del patrocinador de la transmisión –el quincuagésimo aniversario del nacimiento de las telenovelas-.
Ahora desde Sydney, la capital de Australia, el presidente afirma que si no se aprueba la Reforma Fiscal “no habrá dinero que alcance”, pero en los 9 meses que lleva su gobierno los gastos de la alta burocracia consumen casi el 20 por ciento del presupuesto federal y se acaba de gastar 66 millones de pesos en arreglar el avión en que viaja por el mundo, visitando naciones con los que México casi no tiene intercambios comerciales.
Por otra parte en el Senado se habla de que habrá una nueva Ley de Medios de Comunicación que regulará entre otras cosas los gastos de las campañas en los medios electrónicos y como esto si se aprueba, afectará loso intereses de las dos grandes cadenas de tv se lanzan contra los legisladores por tamaña osadía, emprendiendo una feroz campaña para defender a los 9 integrantes del IFE que fueron elegidos precisamente por los partidos y no por los ciudadanos.
Pobre México en manos de políticos que son expertos en mostrar que Jano tiene aquí más de dos caras.
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