(2) PRIMERO DE SEPTIEMBRE

Por Ariel Ramos

¡A qué fue Felipe Calderón a la reunión celebrada en Canadá con el presidente de Estados Unidos y el Premier anfitrión!

La junta cuidadosamente organizada desde hace varias semanas debería tener una duración de tres días, sin embargo la llegada del Huracán Dean al Caribe Mexicano, apresuró el regreso del mandatario, cuando apenas llevaba un día en Canadá.

Mucho se ha especulado sobre el comportamiento de Calderón, pues el meteoro le evitó explicar los alcances de su participación.

El mitin diseñado para presentar un frente común de las tres naciones contra el terrorismo internacional y el narcotráfico, obligará sin pretexto alguno de los tres a cumplir los acuerdos que emanaran de los acuerdos.

Aquí en México en todos los tonos se dijo que no se aceptará un pacto similar al celebrado con Colombia, que permite la presencia de tropas estadunidenses en su territorio.

La Cancillería Mexicana tampoco ha dicho nada sobre lo tratado en las pocas horas en que Calderón participó (¿si es que participó y no estuvo solamente de oyente?).

Mucho menos los funcionarios que lo acompañaron entre los cuales estuvo Juan –le gusta que le digan Ivan- Mouriño, el poderoso hombre número Dos de los Pinos.

De tal modo que ocupado Felipe Calderón en visitar en mangas de camisa los pueblos arrasados por el meteoro y posando para la televisión y la prensa escrita, distrajo la atención de todos y mantuvo en secreto que compromisos suscribió.

¿Qué puede hacer un presidente para paliar la desesperación de quienes perdieron todo..?

En algunos puntos de su recorrido lo único que recibió de los damnificados fueron reproches porque la ayuda no les llegaba. Incluso en una ocasión fueron tan fuertes esas críticas, que pasó fugazmente por el lugar y más tarde al darse cuenta de su error (o se lo hicieron notar), regresó poniendo cara de “what” para escuchar sin decir nada las necesidades de miles que se quedaron sin techo.

En todos lados el reproche fue siempre unánime: “la ayuda no las condicionan los políticos locales”.

En relación con la ceremonia del Informe Presidencial del 1 de septiembre, en su desesperación por hablar en la Tribuna, dijo que desde ella oiría los reclamos de la oposición y les daría respuesta.

El mundo se le vino encima. El doctor Diego Valadés uno de los abogados más calificados del país solamente declaró: “Si ello ocurriera, imaginemos lo que sería el resto del sexenio con un presidente camorrista”.

“Dean” y el informe continúan siendo el mayor dolor de cabeza de Felipe Calderón.

Poco “habrá de vivir quién no presencie el desenlace de esta tragicomedia”