Los años nos ayudan a tener oportunidad de crecer, ya sea con madurez y responsabilidad y con oportunidades de conocer a personalidades que hacen un impacto en nuestras vidas diarias.
Desde hace unos meses trabajo juntos a un grupo de Académicos, y aunque soy la menos preparada en docencia (logré llegar a tener el Título de Licenciada en Relaciones Internacionales) tengo la fortuna (y reto) de tratar con Doctores en materia Internacional. Pensé que nunca podría volver a experimentar y vivir intensamente la vida política que tanto añoraba.
En mi corta experiencia en el sector público mexicanos, tuve oportunidades de conocer, estudiar y vivir las famosas “Binacionales” entre México-EUA, y conocer a personajes impactantes tanto del sector Público mexicano y estadounidense. Desde que me mudé a EUA nunca me consideré que tomaría preferencia por ninguno de los dos partidos mayoritarios de este país, este país que ahora llamo HOGAR y donde tengo a mi querido esposo y mis tres hijos.
Hace una semana, mi nueva Jefa, organizo una conferencia con un Señor que viajaría de Washington, DC, a Max Boot (Autor de “War Made New Technology, Warfare and the Course of History 1500 to Today”, http://www.cfr.org/bios/5641/max_boot.html). Mi tarea, era leer en menos de dos días su libro, escribir un comentario sobre de él y dar ayuda a cualquier imprevisto de la Conferencia.
Como describir después de leer este libro mis pensamientos reales de este gran “Autor”, mi temor de que es un Asesor de uno de los Presidentes con mayor impopularidad en la historia de EUA. Como describir, el temor de justificar en un “Best Seller” el imperialismo norteamericano, de justificar por medios bélicos la bandera de “Liberalismo”, justificarse solo por medio de “Guerra”, donde a diario mueren jóvenes. Casi de la edad de mi hijo mayor.
Mi ensayo no fueron más que unas cuantas palabras…y llego el día. El día en que estaría atrás de las cortinas, siendo apuntador oficial, una sombra en este mundo tan complejo que se avecina. Apareció en el gran salón de unos de los mejores Hoteles de Miami, su traje azul marino, perfecto corte de pelo, unas mancuernillas que brillaban desde el otro lado del lugar.
Una personalidad arrebatadora, un manejo de palabras tan seguras de sí que hasta la persona más pacifista cambiaria la “Flor” por el bienestar de la sociedad “La Guerra”. No hay puntos medio, no hay más que ver la historia, la historia del hombre. Los imperios, como se sostienen, los países desarrollados como se mantiene. Llego un momento que vacile, dude en si mis convicciones serían ciertas, quién soy yo para saber que es lo que se vive en la realidad…yo, minoría latinoamericana.
Mi Padre siempre decía..”para conocer la verdad, dependerá quién te la proporcioné, si dudas busca más, siempre existe más, las verdades aparentes las manejan los medios grandes de comunicación”, esa es la verdad que podremos compartir. Regrese a casa, con una tarea propia de hablar más que nunca a mis hijos sobre un punto de vista muy personal, una convicción que debe existir otras oportunidades para tener éxito en políticas exteriores más allá de la fuerza bruta, de una sola línea.
De aprender a escuchar, aprender a que si la historia nos ayuda a vernos a nosotros mismos, nos ayuda y nos dan la oportunidad de ver errores, de ver también el “y si…” ver diferentes maneras, a darles a las nuevas generaciones estas oportunidades de conocimiento, un conocimiento nuevo.
Mañana otro día, otra oportunidad, si no de poder cambiar al mundo, por lo menos cambiar la perspectivas de mis hijos, de esta nueva generación que será el futuro de mi nuevo Hogar, el futuro de este país. El futuro…
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