Por Ariel Ramos (alias El Abate Jerónimo)
Aprobada en votación fase track la nueva ley que regula a los Medios de Comunicación y conocida popularmente como “ley Televisa”, ésta fue suscrita por senadores de todos los partidos representados en el Senado menos los del gobierno (PAN) de la sin haber sido leída.
Después de ser aprobada y ante el repudio popular, político y social que conllevó tal consentimiento, 28 senadores firmaron antes de que terminará su ejercicio constitucional –31 de agosto del 2006)-, un recurso de apelación, para invalidarla ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Los ministros del alto tribunal, después de analizar públicamente –las sesiones fueron transmitidas en el canal abierto de TV del Poder Judicial de la Fedración-, concluyeron que el punto central aprobado en la nueva ley, era inconstitucional.
El artículo de referencia permitía a los concesionarios de televisa y televisión azteca, prestar otros servicios de telecomunicaciones, sin licitaciones públicas y tan solo firmando una solicitud y sin tener que pagar ningún impuesto al gobierno.
De manera unánime 9 ministros del Supremo Tribunal –un ministro estuvo enfermo y el otro se excusó- concluyeron que tal autorización violaba cuando menos seis artículos de la Constitución, pues no impedía las garantías de igualdad y de expresión, además de afectar la Rectoría económica del Estado.
El proyecto firmado por el ministro Salvador Aguirre Anguiano señal+o clasramente que “el otorgamiento de mayores privilegios para la obtención de concesiones en materia de telecomunicaciones, implicaría la traslación de la posición predominante en su mercado de este segmento”.
En pocas palabras permitía a los dueños del duopolio televisivo mexicano, explotar en su beneficio, los amplios espectros del espacio, que concesiona el gobierno por ser propiedad de la nación.
Felipe Calderón, de viaje por Europa, declaró “respetaré la decisión de la Suprema Corte”, sin más comentario y sin dar más argumentos.
Los mexicanos todos, aplaudieron el voto del Supremo Tribunal, los medios impresos y los propietarios de las estaciones de radio que iban a desaparecer si la ley entraba en vigor como fue aprobada, festejaron como propias esa decisión.
La Corte declaró que ahora el balón regresa a la cancha del poder legislativo, quienes tendrán que promulgar una ley acorde con la modernidad existente –la antigua ley es de 1962 cuando no había ni celulares ni intenet.
Y ahora la cuestión es: ¿qué harán los dueños del duopolio..?
¿Qué hará Felipe Calderón para no quedar mal con quienes lo hicieron presidente..:
El enorme poder acumulado por las televisoras privadas ¿se volverá a imponer a un congreso?, divido por ambiciones bastardas y ante un presidente que gobierna con el apoyo de las bayonetas y quién debe su triunfo al “fraude cibernético” impuesto por las pantallas caseras.
Poco habrá de vivir quién no presencie el final de ésta tragicomedia impuesta a los mexicanos por la ambición de una pareja –Fox y Martha- que se enriqueció a la manera más tradicional de las camarillas priístas y que traicionando los principios que dieron origen al Partido Acción, impuso a la extrema derecha en el poder.
Don Manuel Gómez Morín –uno de los llamados 7 sabios de la Escuela Nacional Preparatoria de la generación de 1915-, fundó el partido azul en 1939, para crear una opción a los mexicanos, cansados de la barbarie cardenista.
Pero entonces fueron “tiempos románticos de un México que despertaba del “impasse” impuesto por la revolución que costó la vida a un millón de connacionales, principalmente de las clases más humildes.
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