por Luis Ariel Ramos
A partir de que en 1968, el movimiento popular iniciado por los estudiantes (penetrado por las organizaciones de extrema izquierda) y, detenido brutalmente el 2 de octubre, esta fecha es considerada por como el detonante, de los cambios que han transformado profundamente al país, a su sociedad y a su gobierno.
El propio presidente Gustavo Diaz Ordaz, al rendir el 1o. de septiembre de 1969 su quinto informe de gobierno donde asumió la responsabilidad moral, política, social y económica del conflicto -hecho inédito hasta entonces-, dió inicio a los cambios que han venido ocurriendo para modernizar a la nación.
Los cinco presidentes priístas que lo sucedieron (Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas y Zedillo) y el panista Vicente Fox, ante la evolución de la sociedad, han venido soltando las riendas de la rigidez y severidad conque se manejan los asuntos públicos.
Del México tradicional no queda ya nada. Incluso el actual presidente Felipe Calderón, asumió la presidencia en condiciones inéditas, en medio de impresionantes medidas de seguridad que secuestraron materialmente una amplia zona en donde está ubicado el Palacio Legislativo, colocando barricadas en impedieron el libre tránsito de las miles de familias que ahí tienen sus hogares.
Fuerzas especiales del Ejército, la Marina y las policías federal y municipal, sometieron a los habitantes que pretendían cruzar por ese lugar llamado “Zona Cero”, a vejaciones y molestias similares a las que imperan en aquellas naciones divididas por muros ignominiosos, que aún no son superados.
Bajo las administraciones priístas, a partir de 1940, el país creció económicamente en forma continua, pero tratando a los ciudadanos como menores de edad. Sin Embargo las calles de las ciudades y pueblos, eran mas o menos seguras, y se podían transitar sin temor.
¿Que nos pasó a partir del inicio del nuevo milenio..?
Obligado Ernesto Zedillo por circunstancias internas y sobre todo externas, entregó la presidencia de la República a un partido político distintito al suyo: Acción Nacional y convirtió a un ranchero inculto y lenguaraz, en la esperanza del cambio.
Vicente Fox Quesada, impactado quizá por su inesperado triunfo (que le otorgó el propio Zedillo, antes de que las autoridades electorales lo hicieran, al declararlo vencedor la misma noche de las elecciones), no supo o no quiso gobernar con las herramientas que le otorgan a los presidentes la Constitución.
Y nos fuimos al otro extremo.
Permitió que un grupo armado ajeno al éjército, recorriera el país, ocultando su rostro detras de grotescas “capuchas” y se les permitió inclusive hablar a la nación armados y “enmascarados” desde la tribuna de la Cámara de Diputados, considerada desde siempre como “la más alta de la nacion”.
Otro grupo, este campesinos de un pueblo cercano a la ciudad de México, desfilaron también por la metrópoli, montados a caballo y armados con machetes, que afilaban en el pavimento de las calles y avenidas citadinas.
Bajo el “pánico escénico” de lo ocurrido en el 68, Fox Quesada se negó a actuar, transformandose los dos millones de kilómetros cuadrados de México en “tierra de nadie”.
Asaltos, secuestros y secuestros “expres”, violaciones y asesinatos, son al pan de cada dia: Ha habido incluso en varias ocasiones, mas muertos en un dia que en las ensangrentadas calles de Irak,
Los mexicanos salimos a las calles rezando, bajo el estres de lo desconocido, sin que nada ni nadie nos ampare. Con autoridades federales, estatales y municipales sordas, ciegas y corruptas.
Y para colmo, el bizoño presidente Calderón Hinojosa, cuyo triunfo (por menos del 0.5 por ciento de los votos) sigue siendo cuestionado, sacó a las calles de ciudades y pueblos a las fuerzas armadas (que son sosten de su gobierno), para combatir a los delincuentes de toda índole después de corromperlos al otorgarles un 45 por ciento de aumento en sus haberes, cuando la media nacional es inferior al 4 por ciento.
Nunca los mexicanos habían visto tal despliegue público de fuerzas armadas en todos los sitios a donde acude Calderón y en aquellas zonas donde hay mayor incidencia de masacres, estas ocurren practicamente en las narices de quienes fueron sacados de sus cuarteles, para imponer el orden.
Para colmo, Calderón está gobernado a base de discursos, apoyados por una onerosa campaña de adoctrinamiento en radio y televisión.
México, efectivamente cambió; es otro país, pero es una nación sin futuro. Las fuerzas políticas comandadas por cortesanos en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, discuten y aprueban o rechazan las leyes según sus muy particulares intereses de grupo, sin mostrar el menor respeto por el bien de la nación, como se los demanda la propia Constitución vigente.
Hasta hace unos pocos años, se decía “pobre México, tan cerca de Estados Unidos y tan lejos de Dios”. Hoy se dice, “pobre México en manos de unos gavilleros que lo único que buscan en su beneficio personal, para enriquecerse lo más rápido posible
Los jerarcas que no la Iglesia mexicana, poco falta para animen al pueblo, para emprender otra “Guerra Cristera” (ocurrió de 1926 a 1929), solamente por que otros (que sin duda son la inmensa mayoría) no piensan igual a ellos, ante la indiferencia y apoyo que “socarronamente” les dan todos los niveles del gobierno federal, que pese al juramento que hicieron de “Guardar y Hacer Guardar la Constitución Política y los Artículos que de Ella Emanen”, olvidando que México es una nación laica.
¡Efectivamente, México es otro país..!
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